Juntaba botellas de plástico y las vendía para poder comprar su comida. Don Felipe pasaba los días y noche a la sombra de un árbol en un parque.
Fue la usuaria de Facebook identificada como Benita Dearz la que, pasando por la localidad de Torreón, en México, se encontró con don Felipe Reyes que, según relatan, salía a las calles con una “bolsita de botellas” y vivía “en una plaza debajo de una palma muy grande”.
Aunque inicialmente solo habló con él, la misma noche que lo conoció regresó al lugar y lo invitó a cenar a la casa de unos primos que se unieron a la causa. Allí lo ayudaron a asearse, le cambiaron su ropa y comieron “en familia”.
Al día siguiente, según el registro de los medios locales, las autoridades llevaron a don Felipe a un albergue, en donde recibe atención médica, alimentos, bebidas y convive con más adultos mayores, además de contar con un lugar digno donde dormir.
“Lo hago en honor a mis abuelos, ellos nos dejaron una herencia muy hermosa que es siempre buscar ayudar al prójimo”, comentó la joven.
Esta familia se comprometió a darle seguimiento a su situación y llevarle a don Felipe lo que necesite. Ahora son como sus nietos.