En el barrio Madelena, en la localidad de Ciudad Bolívar, sur de Bogotá, nació el amor de Carol y William, pero por cuenta de la delincuencia sus sueños se esfumaron.
Ese hogar, construido con amor y sacrificio, fue destruido por cuatro hombres que siguieron a William, lo golpearon e hirieron en cuatro oportunidades con armas cortopunzantes para quitarle una maleta, en la que únicamente llevaba el almuerzo y su uniforme de trabajo.
Recuerda Carol que “me levanté a las 3:30 con él, le preparé su desayuno, le preparé su ropita, empaqué su almuerzo, se alistó, le di su bendición, salió y a los dos minutos me llamaron”.
William alcanzó a llegar con vida al hospital de Kennedy, pero las heridas fueron mortales.